Este tipo de comercio no necesita de un salón de ventas donde exhibir sus productos. Por el contrario los mismos se exhiben en un sitio web al cual se accede teniendo un ordenador y conexión a la red. Con esto se elimina todo tipo de renta de alquiler de salón, empleados de salón y cambios de vidrieras. Sin embargo, esto no quiere decir que la plataforma donde se realice la exposición de los productos online sea gratuita. Esto dependerá del servicio de página web que se contrate.
Virtualidad
No utiliza empleados que se encuentren cara a cara (face to face) con el cliente, puesto que no ofrece un espacio físico real. Sin embargo sí es necesaria la presencia de un operador o empleado que, de forma virtual, actualice los productos, precios en la página web, modifique condiciones de venta, actualice promociones, y realice los envíos.
Tipo de productos/servicios
No cualquier producto puede ser comercializado por las redes electrónicas. Existen algunos (generalmente los más costosos, como un auto, o un inmueble) que el cliente puede conocer mediante e-commerce y luego efectuar la compra de forma personal (sobretodo en productos donde puede necesitarse un mayor asesoramiento). Por tal razón, muchas empresas utilizan e-commerce como parte inicial de su negocio (estilo promoción del mismo) para que luego el cliente finalice la transacción una vez que se haya convencido de que la compra se ajusta sus necesidades. Aunque es menos utilizado, no hay que olvidar que los servicios son intangibles pero que también se pueden comercializar mediante el comercio electrónico. Este continúa siendo bastante más reducido en la actualidad que el comercio de productos.
Clientes
El tipo de cliente que realiza compras por el comercio electrónico varía en cuanto a su edad, aunque mayormente son personas jóvenes o de mediana edad que tienen naturalizado el acceso a Internet. El acceso masificado a la red electrónica permite captar clientes de clase alta; media-alta; media; media-baja y baja.
Contacto con el receptor
A través del comercio tradicional, el comprador debía trasladarse hacia el sitio donde se hallaba el producto que deseaba adquirir. Con este tipo de comercio electrónico, no es necesario que el cliente se traslade a ningún lado puesto que el producto puede ser adquirido y abonado de forma online para luego ser recibido por correo en el domicilio del cliente. Por tanto, en estos casos, el acto de compra-venta se efectúa 100 % de modo virtual.
Interacción
Aunque el e-commerce no precisa de vendedores físicos, dista mucho de obviar la función del mismo. Por el contrario, necesita de éste. Asimismo precisa que él se adapte a las demandas del mercado. Esto es, que conozca la plataforma sobre la que responderá a los clientes. El cliente debe tener una vía o acceso de comunicación para poder efectuar preguntas y el vendedor debe contar con las herramientas necesarias para, de ser necesario, brindar información adicional al cliente ya sea por el sitio web, correo electrónico o de forma telefónica.
Personalización
Además de contar con el vendedor, las estrategias de venta se pueden personalizar en función de los gustos de cada cliente. Así los comerciantes pueden escoger planes o promociones que se ajustan a los requerimientos de sus clientes. De este modo cada empresa que opera de forma electrónica es potencialmente más competitiva que otra que no lo hace.
Extensión de los límites geográficos y horarios
Dado que la conexión a las redes electrónicas se encuentran disponibles en el hogar, en las oficinas, en los móviles, etc, no es de extrañar que las compras se efectúen en cualquier horario. Por otra parte los límites geográficos pasan a un segundo plano de importancia. En este aspecto, es importante indicar que la empresa puede captar clientes indistintamente de cuán alejados del punto logístico (depósito) o punto de venta se encuentre el producto, por tanto es un modo de ampliar la cartera de clientes.
Riesgos para comerciantes
El poseer un comercio electrónico implica que el cliente puede abonar los productos que adquiere mediante transferencia bancaria, pago con tarjetas de crédito o en efectivo. En un alto porcentaje, las transacciones más utilizadas son pago con tarjeta de crédito. No obstante este resulta ser un riesgo para el comerciante puesto que, aunque existan medidas de protección para estos, también existen oportunistas que aprovecharán y utilizarán tarjetas de crédito extraviadas, robadas o vencidas.
Riesgos para clientes
Los clientes también pueden resultar víctimas de estafas, particularmente cuando el comerciante no es conocido. Es importante realizar una mínima investigación antes de efectuar la compra electrónica. En particular si el producto a adquirir es de alta gama, o de un elevado valor económico.
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